¿Cuál es el rol de las y los nutricionistas, en un hospital?
La nutrición clínica, se ocupa de variados aspectos dentro del hospital, pero sin duda el más importante, es brindar un correcto servicio de nutrición a todos los pacientes hospitalizados.
Esta labor, es tan importante porque incluye la planificación alimentaria de cada caso, según su requerimiento. También el nutricionista es quien cuida la alimentación en el tratamiento de quienes sufren enfermedades, lesiones u otras afecciones médicas, que se hospitalizan en nuestras dependencias. En otras palabras, cuidar y mejorar la salud nutricional de nuestros pacientes, para influir de manera positiva en el curso de su recuperación, elaborando pautas según las distintas patologías. Es en este contexto, que el nutricionista, como profesional sanitario experto en alimentación, nutrición y dietética, adquiere protagonismo en los hospitales. Sin embargo, hay que saber que la nutrición clínica también tiene un enfoque preventivo: no solo se utiliza para mejorar la salud de las personas enfermas sino también para prevenir la aparición de complicaciones derivadas de sus patologías primarias, o para evitar el desarrollo de nuevas enfermedades mientras está hospitalizado.
En 1974, la OMS (Organización Mundial de la Salud) dictaminó que todos los hospitales con más de 70 camas, debían tener al menos 1 nutricionista, quien debe diseñar dietas diferentes según las enfermedades de los pacientes y de acuerdo a sus posibilidades de deglución (comer).
El nutricionista clínico forma parte del equipo de múltiples especialistas que atienden a los pacientes en el hospital, analizando su historia dietética (hábitos nutricionales antes de la hospitalización) y sus indicaciones médicas. También valora el estado nutricional del paciente durante sus tratamientos y estima qué necesidades nutricionales tiene. Luego de esto, se encarga de comunicar al personal de producción, las características de la dieta de los pacientes e intercambia información con los médicos tratantes, para hacer las adaptaciones y cambios que sean necesarios, según el caso de cada paciente.
Aparte de su intervención en las dietas de los pacientes, permanentes y ambulatorios, elabora los protocolos de actuación que debe seguir el personal sanitario en casos de dietas especiales y el manual de recomendaciones dietéticas para los pacientes ambulatorios y los documentos para la evaluación del estado nutricional. Luego, como si esto fuera poco, diseña materiales educativos sobre alimentación y nutrientes, dirigidos al personal sanitario, para que sigan las pautas dietéticas adecuadas y participa además en la elaboración del presupuesto destinado a la alimentación (administración).
Finalmente, vela por las buenas prácticas de higiene en el servicio de alimentación, para evitar que se produzcan intoxicaciones o contaminación cruzada y a esto se agrega que, dentro de sus funciones, está elaborar el plan de alimentación, variado y equilibrado, para el personal sanitario y todos los trabajadores del hospital.
¡Es una gigantezca labor la que realizan los nutricionistas clínicos!